jueves, 11 de mayo de 2017

Matías


Te amo. Vos no lo sabes, pero ésta carta te la quise escribir desde el primer día del cole cuando la señorita Martita te preguntó el nombre, y vos mirando para abajo respondiste "Cati". Te amo, Cati. Tampoco podrías llegar a imaginar que comencé ésto un montón de veces pero Marcos y Tomás me dijeron que era un ridículo. Que a las nenas no les gustaban las cartas en quinto grado, sólo Barbies y otras cosas de chicas. Entonces, traté de hablar con mis papás al respecto pero nunca tienen tiempo para hacerlo.,,bueno, para conversar con gente adulta sí, pero para mí no. E igual lo intenté, yo estoy convencido de que te amo pero primero traté de convencer a los demás: ese fue mi primer error. Entré a casa con una hoja en la mano y un gran entusiasmo,corrí al living y estaba mamá sentada en el sillón. Traté de pronunciar una primer vocal pero entonces ella me interrumpió con "Matías, ahora no". Miré la pantalla, había números, multiplicaciones y la palabra GENOCIDAS en negro oscuro. No pregunté porque a ellos no les gustan las preguntas, menos en estos tiempos, y peor si las hago yo. Mi segunda posibilidad se encontraba en el segundo piso, al lado del baño principal. Como ya te dije, Cati, con papá tengo que tener las palabras y el tiempo justo para no causarle retraso con su trabajo. Entonces, subiendo las escaleras repasé una y otra vez lo que iba a decirle: "Me gusta un montón una chica del colegio. Tiene los ojos color café y usa un perfume que me hace pensar que el aire está enamorado, ¿decís que le escriba una carta?", pero no me convenció, era demasiado cursi y largo, a lo que más tarde se me ocurrió "Pa, ¿vos a mamá le escribiste una carta cuando te diste cuenta que era la chica más genial del mundo?". Pero me puse nervioso, Cati, y él no tiene tiempo para que yo me ponga nervioso. Abrí la puerta, me acerqué y le dije "Estoy enamorado, y quiero escribirle una carta". Él respondió "¿Y qué esperas? Hacé lo que quieras, total cuando seas grande no la vas a ver más". Tuve una mezcla de sentimientos lindos y horribles. Lindos, porque por un lado alguien por fin me había apoyado en esta lucha contra mi inseguridad para escribirte estas palabras; por el otro...¡¿NO TE IBA A VER MÁS?! Él es un idiota, no sabe lo que dice. Tampoco quiero que pienses mal de él Cati, es un hombre bueno, pero últimamente le preocupa mucho la plata y pierde la cabeza hasta en las cosas más simples. Porque la gente es así, por el afán de querer mantener todo en "orden", se olvidan que el verdadero está adentro suyo, en los detalles cotidianos. Después de que asumió el presidente, lo despidieron de su antiguo trabajo, y desde entonces está desordenado. Pero en fin, luego de su respuesta no lo miré ni a la cara, me puse rojo de ira y me fui. Yo no iba a aceptar un mundo adulto sin vos, ¿entendés?, menos siendo tan aburrido y monótono. Mirá, yo no se bien qué es lo que quiero estudiar y trabajar... pensé en muchas cosas: astronauta, doctor, periodista. Todos mundos diferentes. Todos colores diferentes. Y siempre estás vos. En todos estás igual que como te imagino ahora...sonriendo, jugando, riendo. En todos sos mi Cati. Cati, que cuando se le cae  un lápiz y yo lo levanto se sonroja de tal forma que no quiere que la vea. Cati, que antes de saltar la soga, recoge su pelo en dos colitas perfectas. Cati, que cuando pasa al pizarrón, escribe de la forma más linda de todas. Mi Cati.Y yo, no se que seré o soy. Pero después de todo esto me di cuenta de uno que sí o si quiero ser. Mati, el que te dio una carta en quinto grado. Te amo.

martes, 9 de junio de 2015

nueve años

Él no me dejaría verme así
Él me llenaba de besos siempre que podía
Él jugaba carreras conmigo
Yo me reía de él si él se caía
Él me abrazaba,  me cantaba y yo me caía  
Yo le hice mil dibujos,
Novecientos de nosotros, cien de mi
Íbamos de la mano por todos lados
Si era una hamaca mejor
Él era mi domingo, mi cálido sabor de galletitas y luz
Él empezó a sentirse mal
Nadie me decía que le pasaba a él 
Cuando yo estaba aprendiendo ciencias sociales, él estaba intentando acordarse de cosas
Él cada vez empezó a ponerse más flaco 
empezó a reír menos
empezó a olvidar más
un día los meses, otros los cumpleaños y por último los días 
él me regaló su sombrero favorito 
De a poco cada vez más médicos había en la casa donde yo era su asistente, su dibujante 
Él nunca me dejó que yo viera lo que pasaba 
Inevitable las cicatrices eran más, los aparatos médicos también y las dosis se multiplicaban 
Sin embargo me pedía que le cocine sus buñuelos preferidos, sospecho que era para distraerme. Ni siquiera yo los hacía, nada más los servía, se los entregaba y él sonreía. Todo para despistarme, algo que hacía muy bien.
Me pedía que cante, para tapar que él estaba olvidando algo
Mis dibujos ya no estaban en el mismo lugar, ahora ahí había remedios 
Me pedía que desfile su sombrero, para tapar que él estaba olvidando algo 
Me empezó a contar la misma historia todos los días
Empecé a escucharla como la primera vez todos aquellos
tumor cerebral
Me empezó a preguntar cómo se llamaba nuestro país, nuestra provincia

A veces me miraba a los ojos, recordando algo que nunca voy a saber
él como sesenta y nueve y yo como diez.
cada vez ella lloraba más a escondidas 
cada día me dejaban ir a visitarlo menos

Un día todos estaban en el comedor y pregunté feliz por qué estaban todos si había clases
él solo  me abrazó 
y entendí que mi capitán, carpintero y héroe se había ido 
Todavía hoy sigo llorando por pensar todo lo que le hubiera mostrado, verme jugar al hockey, escucharme tocar tango en el piano, cantar mejor de lo que cantaba antes, felicitarme por todo lo que alguna vez logré
caerme y que me abrace
a veces desesperada busco en los sueños y hace mucho no te encuentro 
a veces pienso que las cosas se vuelven tan jodidas que el mismo ser pierde su esencia inconsciente
pero después me acuerdo que nunca te olvidaste de mi nombre por un segundo

recordarte es un hermoso lugar.